17 manifestantes murieron este lunes en la ciudad peruana de Juliaca (sur) durante las protestas alrededor del aeropuerto de la localidad.

Simultáneamente, el ministro de Defensa afirmó que «el Ejército el día de hoy no ha tenido contacto con la población», por lo que todos los enfrentamientos de los manifestantes han sido con la Policía, pese a que las Fuerzas Armadas están desplegadas en su apoyo en virtud del estado de emergencia decretado por el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte.

La defensora del Pueblo del Perú, Eliana Revollar, sostuvo que la movilización de este lunes en Juliaca fue «muy grande en el número de personas» y lamentó que «se haya tornado muy violenta».

«La solución a este problema es política. Por eso nuestro llamado al Congreso y al Gobierno para que encuentren una salida real», concluyó.

Además de los manifestantes muertos en los choques directos con las fuerzas del orden, la Defensoría reportó un deceso por «hechos vinculados al bloqueo de vías» en el distrito de Chucuito, también en Puno.

Se trata de un bebé de 35 semanas que falleció en la ambulancia que lo trasladaba a un hospital regional, donde había sido derivado a un especialista al presentar insuficiencia respiratoria y sepsis.

Hasta el momento y desde el 11 de diciembre, 39 manifestantes han fallecido en los enfrentamientos con las fuerzas del orden y 7 más «por accidente de tránsito y hechos vinculados al bloqueo» de carreteras.

Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria de una asamblea constituyente y el adelanto de elecciones generales a 2023.

Según el Gobierno peruano, cerca de 9.000 personas se dirigieron este lunes a los alrededores del aeropuerto de Juliaca, y unos 2.000 de ellos «empezaron un ataque sin cuartel contra» la Policía y las instalaciones.

EFE