Solo siete escaños separan al Partido Republicano de arrebatarle el control de la Cámara de Representantes a los demócratas, en unas elecciones en las que el conteo de votos avanza lento.

Las proyecciones de los medios estadounidenses este viernes señalan que los conservadores cuentan con 211 escaños de los 218 necesarios para tener la mayoría en la Cámara Baja, mientras que al Partido Demócrata le otorgan entre 191 y 198 escaños, todavía muy lejos de alcanzar la mayoría necesaria para mantener el control.

Tres días después de las elecciones de medio mandato, el control de ambas cámaras del Congreso aún está en juego, con varias contiendas sin resolverse.

En el Senado, siguen pendientes los resultados de dos estados clave, Nevada y Arizona, mientras que en Georgia tendrá que celebrarse una segunda vuelta en diciembre.