POR HUGO ARIAS

El clima político que actualmente se vive en Venezuela tiende a agravarse cada vez más, entre otras cosas, por los gravísimos hechos de corrupción que recientemente salieron a la luz pública, donde aparecen implicados de manera directa en semejante latrocinio, dirigentes y directivos del partido de gobierno y funcionarios del más alto nivel gubernamental, entre ellos ministros, ex ministros, diputados de la Asamblea Nacional, militares activos, unos, y en situación de retiro otros, Alcaldes, testaferros, y para usted de contar, vinculados entre sí y comprometidos con los responsables de la banda, inclusive en el aspecto político, por una parte, y por la otra, la aspiración casi unánime de que se convoque y realice un proceso electoral destinado a elegir el Presidente de la República para el periodo que inicia el 10 de enero de 2025, todo conforme al dispositivo de la Constitución Nacional, desarrollado en la Ley Orgánica de Procesos Electorales, particularmente la fecha de celebración de la elección que debe estar en concordancia con el periodo constitucional que llega a su fin.

Esta ansiedad, deseo, necesidad o como se le quiera llamar, se ha convertido en un motor creador e impulsor de aspirantes, primero a la candidatura presidencial, y segundo, a ser electo Presidente de la Republica, contándose por bastante los que han anunciado su pretensión agrupados en organizaciones identificadas como de oposición, los del partido de gobierno, la alianza democrática, afines o cercanos al gobierno, los pescadores de regalías cubre gastos y aseguradora de futuro, por si acaso, el chavismo execrado y los que faltan por definirse, vale decir, militares, aspirantes profesionales, organizaciones judicializadas, entre otras; la discusión a lo interno, sin excepción, es más que brutal, dentelladas a granel, verdaderas campañas de agresión y descalificación hacia las personas que han hecho pública su pretensión, reflejándose tal actividad con mayor frecuencia y publicidad en sectores fácilmente identificable dentro de la concomitancia opositora; la Plataforma Unitaria Democrática, integrada por más de 30 organizaciones opositoras ha dictado reglamentos e instructivos necesarios para la organización y celebración de una elección primaria, cuya responsabilidad recae en la Comisión Nacional de Primaria hasta la elección del Candidato Opositor bajo el criterio de la unidad de verdad, no la pegada con saliva de cota, como dice el refranero, para que sea el norte de los aspirantes, comprometiendo a las organizaciones participantes a cumplir las resultas del proceso, acatando en su totalidad el contenido de las bases fundamentales del programa de gobierno que debe presentarse al electorado.

En otro orden de ideas, también es bueno resaltar para el conocimiento de los electores que el equipo de gobierno conjuntamente con su partido político, ambos autodenominados Revolucionarios, están comiéndose a sus propios hijos, el chavismo fue desplazado, El Árabe los asusto y no dicen dónde ni como esta, mientras el madurismo pide auxilio, los hermanos en la maldad tienen su grupo y el capitán recorre el país buscando apoyos, por solo citar unos pocos, la unidad entre ellos se ve lejos, el futuro en el corto plazo les tiene aterrorizados, el optimismo no se les nota como ayer; este maremágnum pareciera favorecer a la oposición de verdad, si actúa con un mínimo de inteligencia y de respeto a sí mismo, ya que como en el boxeo, el contrincante recibió un fuerte gancho al hígado que lo tiene al bordo del nocaut, le tiemblan las piernas y tiene la mirada perdida, el entrenador de quien está ganando no debe celebrar por anticipado, tiene que esperar la cuenta del réferi, ya que el perdedor y sus entrenadores son mañosos, hacen más trampas que el cumanés de la novela “40 años en el delito”, recuerden que combates anteriores se han perdido por la vía de la trampa y no pueden darse el lujo de permitir que “la historia vuelve a repetirse” como dice el viejo bolero de Felpe Pírela.

El proceso electoral será resuelto entre dos aspirantes, al resto le queda analizar, si seguir con el proyecto a sabiendas de que el éxito le queda lejos, o sencillamente inclinarse a favor de quien tiene la posibilidad cierta de triunfar, salvo que el participante se haya presentado solo para engrosar la hoja de vida o currículum vitae, factible para situaciones por venir. Mientras tanto, La oposición, después de su proceso interno tiene que trabajar con el intelecto, abrir las puertas a los demócratas, nutrir la unidad y caminar de frente hacia la unicidad para reconstruir a Venezuela en el menor tiempo posible.

Abogado, ex diputado del Congreso Nacional, Dirigente Sindical, Político.