El venezolano Diego Vicentini opta al Goya a mejor película iberoamericana con su ópera prima, ‘Simón’, y espera que su nominación sea una oportunidad para “que este grito llegue más lejos”, para que su historia sobre el exilio y la lucha de sus compatriotas no sea en vano.

Vicentini salió de Venezuela a los 15 años y han tenido que pasar otros tantos para poder plasmar en una película esa culpa que siente por no estar allí y no estar “sufriendo lo que están sufriendo” sus paisanos, asegura el realizador sobre el momento en el que se planteó hacer este largometraje.

Ya había rodado un corto homónimo en 2018, sobre un estudiante universitario que huye de Venezuela para buscar asilo en Estados Unidos tras haber sido detenido y torturado por la policía.

Y con su primer largometraje quiso ahondar en ese personaje, que sigue anclado a su país, que no deja de recordar lo que pasó allí y a quienes dejó detrás.