TALLÍN, Estonia (AP) — El tráfico de vehículos en el único puente que conecta Rusia con la Crimea anexionada por Moscú, y que es una importante ruta de suministro para las fuerzas del Kremlin en la guerra con Ucrania, quedó cortado el lunes después de uno de sus tramos volara por los aires, en una explosión que también mató a un matrimonio e hirió a su hija.

El tráfico ferroviario, interrumpido en un principio, se reanudó tras un parón de unas seis horas.

El ataque era obra de dos drones acuáticos ucranianos, según el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia.

Las autoridades ucranianas evitaron atribuirse la responsabilidad de forma clara, como ha ocurrido en ataques anteriores. Pero en lo que parecía ser una admisión tácita, el vocero del Servicio ucraniano de Seguridad Artem Degtyarenko dijo en un comunicado que su agencia revelaría detalles sobre cómo se había organizado el “bang” cuando Ucrania hubiera ganado la guerra.

Era el segundo golpe importante al puente desde octubre, cuando un camión bomba voló dos secciones.

Un video publicado por el canal de noticias en internet Crimea 24 mostraba un tramo del puente inclinado y colgando, aunque no parecía que ningún trozo hubiera caído al agua.

El viceprimer ministro de Rusia, Marat Khusnullin, dijo a la prensa que las autoridades realizaban una detallada inspección de los daños antes de determinar cuánto tiempo tomaría repararlo.

El Puente de Kerch es un vistoso símbolo de las reclamaciones de Moscú sobre Crimea y una conexión crucial a la península, que Rusia capturó de Ucrania en 2014. El puente de 3.600 millones de dólares es el más largo de Europa y crucial para las operaciones militares rusas en el sur de Ucrania en la guerra que ya cumple casi 17 meses.

Rusia ha aumentado su presencia en Crimea desde que comenzó la invasión de plena escala en Ucrania en febrero de 2022. Desde entonces se han producido actos ocasionales de sabotaje y otros ataques contra el ejército ruso y otras instalaciones en la península, que el Kremlin ha atribuido a Ucrania.

El ataque al puente se produjo mientras las fuerzas ucranianas intentan avanzar en una contraofensiva en varios puntos del frente. También ocurrió apenas unas horas antes de que Rusia, como se esperaba, anunciara la suspensión de un acuerdo mediado por Naciones Unidas y Turquía que permite exportar grano ucraniano durante la guerra.

Kiev tampoco reconoció de inmediato la explosión de octubre en el puente, aunque la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, reconoció este mes que Ucrania lo había orquestado para golpear la logística rusa. En ese momento Moscú tachó el suceso de acto terrorista y prometió redoblar sus ataques contra infraestructura civil ucraniana. Durante el invierno golpeó la red energética ucraniana.

Dmitry Medvedev, número dos del Consejo de Seguridad de Rusia, recuperó esa posición el lunes y tachó al gobierno ucraniano de “organización terrorista”.

“Debemos volar sus casas y las casas de sus familiares, buscar y eliminar a sus cómplices”, afirmó.

El gobernador de la región rusa de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, dijo que el ataque había matado a un matrimonio de la región y que su hija estaba hospitalizada con lesiones graves.

Las autoridades rusas indicaron que el ataque no había afectado a los pilares, sino a la cubierta en un tramo de uno de los dos carriles de carretera. Los daños parecían menos graves que en el ataque de octubre, que tardó meses en repararse.

Andriy Yusov, portavoz del departamento de inteligencia militar de Ucrania, declinó hacer comentarios el lunes sobre el incidente, aunque dijo que “los rusos utilizan la península como una gran base logística para mover fuerzas y activos al corazón de Ucrania. Por supuesto, cualquier problema logístico son complicaciones adicionales para los ocupantes”.

El Servicio de Seguridad de Ucrania publicó una versión modificada de una popular canción de cuna para decir que el puente “se volvió a dormir”.