Leocenis Garcia arribó a Miami esta semana procedente de Washington DC, donde presentó su libro “Estamos Unidos” sobre las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, asegurando que el primer fruto de las conversaciones en México será la licencia para Chevron, la empresa estadounidense.
“Funcionarios estadounidenses recientemente habían dejado claro a las autoridades de Caracas, que permitir que la petrolera Chevron asuma un rol más amplio en el sector energético de Venezuela dependía de un gran gesto: el regreso del gobierno venezolano y un sector de la oposición a las conversaciones en México, al menos para una primera ronda” dijo García, un político de centro derecha, inhabilitado el año pasado por Caracas.
La petrolera estatal de Venezuela, Chevron solicitó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos que relaje las sanciones, le permita tomar el control operativo y tener una mayor participación en la procura y comercialización de las cuatro empresas mixtas que comparte con la empresa venezolana.
El Departamento de Estado ha insistido en que cualquier relajación relevante de las sanciones sólo se producirá si Maduro vuelve a las conversaciones y da pasos concretos hacia elecciones libres.
Indicó que “El permiso ayudaría a reanimar la industria petrolera venezolana, en mi criterio, donde la producción se ha estancado, y también le permitiría a Chevron recuperar miles de millones de dólares en deuda”.
Finalmente, García señaló que “Los dos gobiernos ya intercambiaron prisioneros, incluidos los sobrinos de la primera dama de Venezuela, y discutieron formas de ayuda humanitaria, mientras que Washington eliminó las sanciones a un alto funcionario venezolano. Así que hay bastante ya sobre la mesa”.