El huracán arrancó árboles, techos y tendidos eléctricos antes de degradarse a tormenta tropical y entrar a los estados de Georgia y las Carolinas donde aún es una seria amenaza.
Una estela de destrucción es lo que muestran la tarde del miércoles (30.08.2023) las primeras imágenes del paso de Idalia por el noroeste de Florida, un estado en el que el huracán, ahora degradado a tormenta, provocaron inundaciones históricas, cierre de carreteras , viviendas despedazadas y donde todavía más de 260.000 casas y edificios están sin energía.
Idalia, que tocó tierra temprano en Florida con vientos de 205 km por hora, es el huracán más poderoso que en los últimos 125 años ha impactado en la región de Florida conocida como «Big Bend», luego de que un ciclo sin nombre tocara tierra allí en 1896 con esa misma potencia.
El huracán que irrumpió en la costa oeste de Florida obligó a los residentes a correr hacia zonas más altas.
Thomas, una trabajadora de 41 años de la fábrica de papel de Perry, pequeña ciudad en el interior de Big Bend, huyó con su familia y algunos amigos a un motel, pensando que sería más seguro que pasar la tormenta en casa. Pero cuando el ojo de Idalia pasó sobre las 8:30 am, un fuerte silbido penetró en el aire y los fuertes vientos arrancaron el tejado del edificio.
Los escombros cayeron sobre su hija embarazada, que estaba en la cama. Afortunadamente, no resultó herida.
«Fue aterrador», dijo Thomas. «Las cosas iban muy deprisa… Todo daba vueltas».
Una gran marejada ciclónica
En Cedar Key, al norte de la Bahía de Tampa, la marejada ciclónica elevó el mar hasta 8 pies (2,4 metros) por encima de su nivel normal en la mañana de este miércoles, según las primeras informaciones, un registro superior al récord en esta parte que produjo el huracán Hermine en 2016.
Por el momento son dos las víctimas mortales que de forma indirecta ha dejado este poderoso ciclón, dos personas que perecieron en accidentes de tránsito mientras conducían en medio de «extremas» condiciones climáticas, según informó la Patrulla de Carreteras (FHP), aunque el gobernador del estado, Ron DeSantis, dijo que «no hay muertes confirmadas».
En la localidad de Steinhatchee, en el condado de Taylor, uno de los más castigados del Big Bend, la marejada ciclónica y la lluvia anegó zonas enteras.
Uno de los vecinos de esta localidad, Daniel Dickert, señaló al diario Tampa Bay Times que nunca había visto una inundación con el nivel del agua tan alto como la causada por Idalia.
La camioneta de Dickert quedó sumergida hasta casi tres pies (casi un metro) y los muelles de la zona estaban destrozados, con veleros arrojados hacia el interior de la tierra por la acción del viento huracanado y la marejada.
No obstante, su vivienda no resultó seriamente dañada. «No estuvo tan mal como pensaba», dijo.
La acción de los vientos huracanados también alcanzó la ciudad de Tallahassee, la capital de Florida, donde un roble centenario se partió en dos y cayó sobre la mansión del gobernador.
Pese a haber perdido intensidad tras tocar tierra, Idalia es esta tarde una tormenta tropical no exenta de peligro a su paso por el sureste de Estados Unidos, generando marejadas ciclónicas potencialmente mortales, vientos dañinos, tornados y lluvias torrenciales.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, telefoneó al gobernador de Florida, así como a los de Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte, Brian Kemp, Henry McMaster y Roy Cooper, respectivamente, para reiterar el apoyo de la administración. federal en las tareas de recuperación.
De acuerdo a medios estadounidenses, la administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), Deanne Criswell, viajará esta noche a Florida para comprobar de primera mano la gravedad de los daños.