Naciones Unidas, 20 sep (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, abrió este martes la reunión anual de líderes en la Asamblea General con una dura advertencia sobre la situación de un mundo cada vez más fracturado, desigual e incapaz de resolver los grandes problemas que afectan a todos.
«El mundo está en peligro y paralizado», dijo Guterres a los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York, a quienes exigió cooperación y medidas urgentes para atajar los efectos de las guerras, contra la crisis alimentaria y ante el cambio climático.
El jefe de Naciones Unidas insistió en que los grandes desafíos mundiales no pueden resolverse en solitario o con alianzas de países, sino que es necesaria una gran «coalición mundial».
«Tenemos un invierno de descontento global en el horizonte. Hay una intensa crisis de costo de la vida. La confianza se está desmoronando. Las desigualdades están explotando. Nuestro planeta se está quemando. La gente está sufriendo y los más vulnerables son los que más», avisó.
En un largo discurso, Guterres tocó todos los grandes asuntos de la actualidad internacional, empezando por una crisis alimentaria agravada por la guerra en Ucrania y que amenaza con desencadenar grandes hambrunas en varios países.