SI SE QUIERE LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN NO BASTA UN “OPERATIVO”: SE REQUIERE REINSTITUCIONALIZAR A LOS PODERES AUTÓNOMOS DE CONTROL

Contralores y jueces verdaderamente independientes y retomar la atribución de las interpelaciones parlamentarias es básico

Debe acabarse con la primera corrupción de todas que es el partido-Estado

Una oposición de Estado y no “oposicionista” apoya sin remilgos un operativo como éste (en vez de buscarle 2as y 3as intenciones) y pide que se profundice

Quien fuese defensor de los ddhh y activista político, Enrique Ochoa Antich, celebra sin esguinces el operativo anticorrupción del gobierno.

-Una oposición de Estado, propositiva, apoyaría sin remilgos, sin buscarle la quinta pata al gato, sin buscar 2as y 3as intenciones, el extenso operativo anticorrupción llevado adelante por el gobierno, dice.

Su opinión es que si es o no la resulta de contradicciones en el gobierno poco importa. De serlo, bienvenida sea esa contradicción.

-Si un sector menos autoritario y militarista como pareciera ser la corriente Maduro-Rodríguez impuso esta caza de corruptos, qué bueno: los demócratas deben ponerse de su lado.

Considera que acaso los implicados se “extralimitaron”, se “pasaron de maracas”, y se les dijo lo que Moisés Moleiro dijo una vez a los diputados adecos y copeyanos: “Roben, roben… ¡pero no tanto!”

-Bueno el operativo pero, dice Ochoa Antich, si se quiere luchar contra la corrupción estructural enquistada en el aparato del Estado, debe acabarse con la primera corrupción de todas que es el partido-Estado, la idea de que los recursos públicos son propiedad de un partido y de sus jerarcas.

Para ello propone al gobierno reinstitucionalizar al Estado, lo que podría comenzar a hacerse renovando al Poder Coudadano. Y propone varias medidas urgentes:

• Designar un Contralor verdaderamente independiente y autónomo: no ayuda un Contralor “camarada” del partido que renuncia a la militancia el día antes de su designación, lo que es cumplir la letra pero burlarse del espíritu de la Constitución que exige en el Poder Ciudadano funcionarios verdaderamente independientes. Un “camarada” de los funcionarios que va a controlar, minimiza su acción dada su “solidaridad automática” con ellos.

Asegurar jueces verdaderamente independientes y estables en sus cargos que no sean obsecuentes y menos “piezas” en el tablero del Poder Ejecutivo.

Retomar la sana costumbre, que existía y se ejercía antes de Chávez a plenitud, de las interpelaciones parlamentarias: públicas, con presencia de los medios de comunicación y en las que los partidos de oposición inquirían y formulaban al ministro o funcionario de que se tratase, todas las preguntas del caso. Esto es contraloría social.

Regresar al viejo pacto no escrito pero efectivo anterior a Chávez de que la Comisión de Contraloría del Parlamento la presidía un diputado de la oposición, e incluso el Contralor General era el de una persona cuyo nombre era propuesto por la oposición.

-Éstas son medidas de reinstitucionalización del Estado que combaten más la corrupción que un operativo episódico, sentenció Ochoa Antich.

Copia de esta declaración se está remitiendo al alto gobierno.