Dos noches de intensas protestas llevaron al Gobierno de Georgia a tomar la decisión que se clamaba en las calles: frenar la ley de agentes extranjeros. Para muchos de los manifestantes se trataba de un «cambio autoritario» inspirado en Rusia. 

Así, este jueves 9 de marzo, el partido gobernante, Georgian Dream, dijo en un comunicado que retiraría el proyecto de ley «incondicionalmente». Agregó que era necesario reducir la «confortación» en la sociedad. Al mismo tiempo, acusó a la oposición «radical» de haber difundido «mentiras». 

A pesar del anuncio, los líderes contrarios al partido gobernante volvieron a llamar a nuevas protestas para este jueves. Giga Lemonjava, representante del partido opositor Droa, demandó que el Gobierno denunciara formalmente el proyecto de ley y liberara a todos los detenidos durante las protestas.

Una decisión tras intensas movilizaciones en Georgia

Miles de personas alumbrando con las linternas de sus teléfonos móviles, enfrentamientos con la policía, que usó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, banderas de Georgia y un vídeo que ya ha inundado las redes sociales: el de una mujer agitando la bandera de la Unión Europea posteriormente rociada con el cañón de agua de una tanqueta policial. Un símbolo que bien podría ser la imagen fija de la actual situación social del país.

Las calles de Tiflis, la capital georgiana, se llenaron este miércoles de manifestantes, así como las de otras urbes del país, para pedir que se retire la denominada como ley de “agentes extranjeros”, un controvertido texto que fue aprobado el martes en una primera lectura en el Parlamento. 

France24