Pekín ensaya un cerco al país en el que utilizará además fuego real el lunes. Taipéi condena lo que califica de «un acto irracional que pone en peligro la seguridad y la estabilidad regionales» y ordena «responder».
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dijo el sábado que Taipéi continuará trabajando con Estados Unidos y otras democracias a pesar de la oposición de Pekín. «En los últimos años nos hemos enfrentado a un expansionismo autoritario continuo», dijo Tsai tras una reunión con una delegación del Congreso de Estados Unidos en la capital taiwanesa, encabezada por el presidente del comité de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul.
«La cooperación entre las democracias se ha vuelto aún más importante. Seguiremos trabajando con Estados Unidos y otros países afines para defender juntos los valores de la libertad y la democracia», agregó. McCaul, que supervisa todas las ventas militares estadounidenses a países extranjeros, dijo que Washington estaba trabajando para suministrar armas rápidamente a Taiwán. «Estamos haciendo todo lo que podemos en el Congreso para acelerar estas ventas (…) no para la guerra, sino para la paz», dijo.