Según el portavoz del Kremlin, a la reunión acudieron 35 comandantes del ejército de mercenarios.
Vladímir Putin se reunió con el jefe del grupo Wagner Yevgueni Prigozhin el 29 de junio, exactamente cinco días después de que encabezara una rebelión finalmente abortada.
Balance de la rebelión
Según el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, el encuentro duró tres horas, y en él el presidente ruso hizo un balance de las acciones de los paramilitares en Ucrania y del propio levantamiento. Estaban también presentes, asegura, 35 comandantes de este ejército privado. Pero no ha dado más detalles.
«Putin escuchó las explicaciones de los comandantes y les ofreció más opciones de empleo y de uso en combate. Los propios comandantes presentaron su versión de lo ocurrido. Subrayaron que son partidarios incondicionales y soldados del jefe del Estado y del comandante supremo, (refiriéndose a Vladimir Putin) y también dijeron que están dispuestos a seguir luchando por su patria».
Aunque Putin calificó a Prigozhin de traidor tras la revuelta,enseguida se levantaron los cargos criminales contra él. Sus mercenarios defienden los intereses de Rusia por el mundo, luchando en Ucrania junto al ejército regular. Moscú propuso a los participantes en el motín unirse sus filas o marcharse a Bielorrusia.