Francisco, que esta mañana concelebró una Misa con los cardenales en la capilla de la Casa Santa Marta en el décimo aniversario de su elección, recibió los buenos deseos de los obispos italianos a través de su presidente, el cardenal Matteo Maria Zuppi: de su “buenas noches” el inicio de un diálogo que “nos ha enseñado cuán atractivo es el Evangelio y cuán importante es ir a las periferias para comprender quiénes somos”.

Las “buenas noches” con la que Francisco se presentó a la Iglesia y al mundo hace diez años “fue el inicio de un diálogo” y, en este tiempo, “nos ha ayudado a comprender hasta qué punto el Evangelio es atractivo, persuasivo, capaz de responder a los muchos interrogantes de la historia y de escuchar las preguntas que afloran en los pliegues de la existencia humana”. Son palabras del cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, expresadas en un videomensaje en nombre de los obispos italianos con motivo del aniversario de su pontificado.

Deseos, los del episcopado italiano, que han llegado, junto a muchos otros, al Papa, que esta mañana -informó la Sala de Prensa de la Santa Sede- presidió una concelebración Eucarística en la capilla de la Casa Santa Marta con los cardenales presentes en Roma.

Palabras y gestos que sorprenden y hablan a todos

Desde aquel saludo vespertino del 13 de marzo de 2013, se lee en el texto del cardenal Zuppi, las palabras y los gestos del Papa “no han dejado de tocar el corazón, de sorprender, de hablar a todos y a cada uno”. Francisco, prosigue, “nos ha enseñado a salir, a estar en medio de la calle y sobre todo a ir a las periferias, para comprender quiénes somos. Sólo podemos conocernos de verdad mirándonos desde fuera, desde esas primeras periferias que son los pobres”. “Nos exhortó a encontrarnos con ellos, a verlos, a tocarlos, a hacerlos nuestros hermanos más pequeños, porque”, como recordó varias veces el Papa, “la nuestra no es una fe de laboratorio, sino un camino, en la Historia, que hay que hacer juntos”.

La gratitud de los Obispos

Los obispos italianos subrayaron también su gratitud “por haber acogido el legado de Benedicto XVI” y por haberles acompañado, a partir del Año de la Fe, animándolos “a vivir como cristianos en las muchas contradicciones, desafíos y pandemias de este mundo”. El compromiso reiterado por los obispos es “trazar juntos caminos de paz”, porque “sólo la paz que nace del amor fraterno y desinteresado puede ayudarnos a superar las crisis personales, sociales y mundiales.