¿Cuáles son las causas para que hoy existan venezolanos que califican en la categorías refugiados, exiliados, inmigrantes, migrantes, asilados y desplazados naturales y no forzados? El presente obliga a revisar el tema desde la dimensión científico demográfica comprendida como: Procesos de movilidad humana o flujos mixtos y masivos de éxodo poblacional
Mucho se habla de la diáspora. Todos en este país tienen en su conversación la historia de un familiar “que está afuera”. Los motivos abundan. Buena parte de las historias son de dolor aunque también hay casos exitosos.
Lo cierto es que la sociedad venezolana, por primera vez en su historia vive el fenómeno en el que su población se va del país. Esta situación ha generado una polémica de orden geopolítico en donde se cruzan argumentaciones que va desde la defensa de los derechos humanos hasta el debate ideológico.
Históricamente Venezuela ha sido un país receptor de personas que vinieron buscando un mejor futuro y también le dio refugio a quienes fueron perseguidos por sus ideas en otras naciones de la región. ¿Qué pasó? ¿Qué cambió?
En base a la crítica realidad poblacional del país desde del Gobierno nacional se esgrime que el origen socio económico de esta situación está en “las sanciones, sabotaje, conspiraciones y el bloqueo contra la economía de país”.
Por otra parte, desde la acera opositora, se formula la tesis de que el origen de esta situación es producto de la burocracia, corrupción e ineficiencia del Gobierno de turno.
Por otro lado existen instituciones que han investigado el tema y según su identificación política hacen diversas interpretaciones de la data recopilada sobre este fenómeno.
¿Qué dice la historia?
La definición de “migrante” engloba los conceptos de emigrante e inmigrante. El primero es visto desde la perspectiva “del que se va” y el segundo es visto con los ojos “del que recibe”.
Los estudios científicos sociales evidencian que en Venezuela se han generado dos olas migratorias que se traducen en la llegada masiva de extranjeros al país por razones de orden político, social y económico. Históricamente el país siempre catalogado como “receptor”.
La primera ola migratoria comenzó en el siglo XV con la llegada de los colonizadores y se produce el “contacto”, conquista y dominación de la sociedad por la vía de la imposición armada ejercida por la monarquía española.
La segunda ola se presenta en el siglo XX durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez con la llegada masiva de italianos, portugueses, españoles y canarios, entre otras nacionalidades europeas, que huían de los efectos de la post II Guerra Mundial.
El fenómeno demográfico
A partir de 2015 en Venezuela se comienza registrar un flujo migratorio “masivo y mixto”, según la definición técnica de quienes estudian este tipo de fenómeno.
Los estudios y publicaciones realizados por la Agencia de la Organización de la Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y sus instituciones periféricas como la Organización Internacional para las Migraciones muestran cifras sobre el caso venezolano.
Otra de las instituciones dedicadas al seguimiento de esta situación a nivel global y particularmente en Venezuela, es la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados Migrantes de Venezuela (R4V), que registra las siguientes categorías de estudios con las siguientes cifras en 14 países del mundo, para el momento de la redacción de este trabajo
-Refugiados y migrantes de Venezuela 5.667.835.
-Permisos de residencia y de estancia regular concedidos 2.693.813.
-Solicitudes pendientes de la condición de refugiado 850.818.
-Refugiados venezolanos reconocidos 171.793.
Otras cifras
Por otro lado está la visión del Centro de Investigación Sures que analiza otras categorías y otras cifras.
Toma en cuenta las cifras de la Organización Internacional de Migrantes (OIM) donde se registra que actualmente el planeta está en presencia de 72 millones de migrantes, de los cuales 6 millones son venezolanos.
Según sus últimas publicaciones el Congreso de los EEUU aprobó la Ley 113.278, cuando se inicia el proceso de sanciones contra Venezuela.
Según sus datos para el año 2017 las cifras de flujos migratorios y refugiados se incrementó a 1,6 millones de personas que salieron de Venezuela.
Para el 2019 este número se elevó a 3,6 millones y para el 2021 se ubicó en 5,6 millones de personas de origen venezolano viviendo fuera del país.
Además señalan que 1,67% de las personas que cruzan la frontera fueron colombianas; 33% venezolanas.
Asimismo indican que 2,69% de las personas que cruzaron a territorio colombiano indicaron querer regresar a su país de origen el mismo día; el 23% señaló querer regresar en los próximos meses a su país de origen, y el 5% manifestó su deseo de quedarse en el país.
El 3% señaló querer pasar por Colombia hacia otro destino y 3,52% manifestó cruzar para realizar compras. Por otra parte 14% lo hizo por motivos de trabajo; 17% para visitar a la familia; 5% por turismo, 2% por temas educativos y el 10% por otros motivos.
Las estimaciones que tienen indican que los aportes que se solicitaban para asistir a los migrantes y refugiados fuera de Venezuela estaban ubicados entre 270 y 549 dólares por persona migrante.
Hay más
Asimismo está el trabajo publicado por el Observatorio de Investigaciones Sociales en Frontera (Odisef) que estudia el fenómeno de la movilidad humana en tiempos de pandemia.
Entre otras cifras destacan que el 45% de las personas encuestadas este año 2021 en plena pandemia, no han finalizado el bachillerato, lo que refleja el nivel socio económico de los últimos migrantes.
El 70% de los venezolanos encuestados fuera de su país esgrime que su retorno depende de las mejoras económicas que se presenten en Venezuela.
Por otra parte hablan de los “migrantes pendulares” que definen como aquellas personas que transitan cotidianamente en la frontera con fines comerciales. En su mayoría viven en “Comunidades de acogida” y poseen doble nacionalidad.
Nueva realidad
El fenómeno es nuevo para un país que históricamente fue el destino de los migrantes y refugiados.
La realidad actual no solo afecta al país sino tiene implicaciones en la región y el planeta, agravadas por el tema de la pandemia.
Las lecturas son variopintas y deben ser vistas con serenidad sin perder el sentido de urgencia para enfrentar un problema que pone riesgo la vida de seres humanos nacidos en este suelo.