Acapara la intención de voto para la primaria y las preferencias para una elección presidencial, y además tiene el aval popular para liderar a la oposición. Su arraigo en la gente, especialmente en los sectores más humildes, no es nuevo, aclara Alexander Campos, director del Centro de Investigaciones Populares. Ser mujer y madre, y sobreponerse a la inhabilitación, son factores que elevan su estatura

Un minuto y cuarenta segundos le habló la entonces diputada María Corina Machado al presidente Hugo Chávez en la Asamblea Nacional. Corría el año 2012, el mandatario había acudido al Parlamento a presentar su mensaje anual y Machado tomó la palabra para reclamarle varias cosas. “¡Cómo puede usted hablar de que respeta al sector privado en Venezuela cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar!”

-¿Robar?- inquirió Chávez.

-Sí, las propiedades de empresarios, comerciantes; hasta hay posadas a quienes ni siquiera se les ha resarcido su propiedad. Dígale la verdad a Venezuela. Aquí hay una Venezuela decente, que quiere una transformación profunda. Es el momento de enfrentar, con seriedad y responsabilidad, este desafío histórico que tenemos por delante. El tiempo se les acabó. Es el momento de una nueva Venezuela. Acepte el debate, presidente.

Chávez le replicó con contundencia y frases fuertes. Estas son algunas: “Está fuera de ranking para debatir conmigo. Lo lamento mucho”.

Como se dice coloquialmente, el resto es historia. Al año siguiente el jefe del Estado falleció. Y poco más de una década después, Machado es un huracán que recorre Venezuela en busca de votos, ya convertida en uno de los nuevos rostros de la oposición. Lo de nuevo no es porque acabe de llegar al mundo político, sino porque después de todo un abecedario de planes fallidos por parte del liderazgo antichavista, ella parece encarnar el cambio con el que sueñan más de ocho de cada 10 venezolanas y venezolanos.

Los datos más recientes de la encuestadora Delphos (octubre de 2023) confirman que ganará la primaria; que, además, la población la reconoce como la líder de la oposición. Y que, si las inhabilitaciones se mantienen, sus seguidores esperan que sea ella quien defina el nombre de la persona que tomará el testigo, y no que se impongan otros mecanismos.

La última campaña presidencial de Chávez, cuando ya la enfermedad lo sojuzgaba, se centró en esta frase: “Chávez corazón del pueblo”. ¿Está Machado en el corazón del pueblo?

No es un fenómeno nuevo

Alexander Campos, director del Centro de Investigaciones Populares y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), señala que se comete un error si se quiere explicar el fenómeno María Corina Machado con base en el presente. “Para nosotros no es nuevo esto que está sucediendo. Lo venimos registrando desde hace mucho tiempo. En diversos estudios María Corina Machado ya aparecía en el universo político de la gente”, confirma a Polítika UCAB.

Es decir, “no son nuevas su popularidad ni los atributos que la colocan como la primera opción electoral para la primaria y para cualquier evento electoral que ocurra en los próximos meses”, argumenta Campos. No obstante, a pesar de la evidencia, muchos “no la terminaban de aceptar” y trataban de atribuir su éxito “a supuestos errores metodológicos, con explicaciones ideológicas o metodológicas para lo que era una evidencia desde hace por lo menos dos años”. Por eso, en el mundo político algunos la ven como una sorpresa, aunque no lo sea, e incluso se preguntan “¿cómo es posible que esto esté sucediendo?”.

Juan Guaidó, por las circunstancias de la política nacional y por encontrarse en el lugar indicado en el momento propicio, fue no solo el jefe del interinato, sino el principal dirigente opositor a partir de 2019. En noviembre de 2022, siempre según Delphos, María Corina Machado ocupaba el tercer lugar, debajo de Guaidó y de Manuel Rosales, fundador de Un Nuevo Tiempo y gobernador del estado Zulia. Esos números se movieron.

Ahora ella aparece -en las respuestas espontáneas del estudio de Delphos- como la líder principal de la oposición (38,7%), muy por encima de figuras como Henrique Capriles (3,9%) y Manuel Rosales (1,5%). Incluso, seis de cada 10 personas aseguran que sufragarán por la fundadora de Vente Venezuela en las elecciones nacionales. Y si el universo se circunscribe a la primaria, 88,8% de quienes afirman que votarán en este proceso aclaran que lo harán por Machado.

La inhabilitación impuesta por la Contraloría General de la República no amilana a la dirigente y, mucho menos, a sus seguidores. Luis Vicente León, presidente de Datanalisis, también da por hecho que Machado ganará la primaria, pero advierte que el gobierno y todo el esquema del poder no permitirán que se mida en las presidenciales. Sin embargo, Campos apunta que a la gente “poco le importa si ella está inhabilitada, porque la primaria no es un hecho electoral” sino “un hecho político que trasciende lo electoral”, y por eso las personas encuestadas contestan “ya veremos qué sucederá” con la inhabilitación.

¿Qué tiene ella que no tenga yo?

Los trabajos del Centro de Investigaciones Populares muestran que la gente ve en María Corina Machado a una mujer coherente, que ha mantenido una sola posición durante el ciclo político del chavismo. Pese a ser presentada por el sector oficial como una política de clase alta, los sectores populares depositan en ella una ilusión. Ser mujer y ser madre elevan su estatura aún más.

“María Corina ‘tiene buenas posibilidades de ganar y sería un buen contrincante’, nos dice una muchacha. Otra nos comenta ‘chévere que una mujer sea presidenta de Venezuela porque nunca he conocido una presidenta’. Parte de la fuerza que estamos percibiendo en el escenario político se debe a que es una mujer, una mujer que es madre, y eso puede producir unos cauces distintos, novedosos”, refiere Campos.

La expectativa alrededor de Machado, el deseo de que haya una renovación en el liderazgo nacional “están produciendo una fuerza que nadie se hubiese imaginado en el escenario político hace un año, y creo que ni siquiera la propia María Corina lo habría pensado, porque se mantenía la presunción de que Venezuela estaba metida en la apatía política, que Venezuela no tenía esperanza. Yo pensé que a lo mejor confundíamos falta de esperanza con falta de confianza. La esperanza parte de la confianza. A lo mejor estamos en un momento en el que la confianza se ha colocado como la base de la esperanza, y posiblemente porque se trata de una mujer”. Una mujer que, a los ojos de la población, tiene palabra.

Esa inhabilitación, que para rostros habituales de la política es un factor determinante, le añade a Machado un valor extra, resalta el profesor: “A pesar de tener todo en contra, sigue adelante”.

¿Qué sucederá con el sector militar? Antonio Matheus, abogado e integrante del grupo Defensores Populares de la Nueva República (liderado por militares en situación de retiro), considera que el pueblo se desbordará para habilitar a Machado. “El gobierno se va a negar a reconocerla, pero hay una frase muy importante: el soberano es el pueblo, el pueblo es el que exige”, razona. En ese contexto “la Fuerza Armada se verá obligada a intervenir, y al intervenir la Fuerza Armada, cada soldado puede decidir apoyar al poder actual, o reconocer a María Corina, porque ‘no quiero que mi pueblo me vaya a rechazar’. Eso puede suceder”.

Lo que ocurra el 22 de octubre, y después, quedará para el análisis. Pero ese apoyo popular a Machado que, como lo certifica Campos, se ha cocinado a fuego lento, difícilmente se enfriará por otro baño de agua fría.

Vanessa Davies