A propósito del caso de La Grita, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Jesús González, afirmó que las personas no deben ser juzgadas por sus convicciones o prácticas religiosas.
“Fácilmente pudiésemos juzgar cualquier práctica religiosa como fanática”.
El ser humano siempre ha estado pensando en el fin del mundo, hay muchas cosas que no llenan el corazón del ser humano y se busca respuestas.
Hay libertad religiosa, pero eso no significa que las sociedades no se van a defender de formas que van contra las personas. “La vida cristiana no puede apoyar el fanatismo” ni hechos que vayan contra la vida de las personas. Dijo no tener noticias de que haya grupos de fanáticos en Venezuela.
El sociólogo Trino Márquez afirmó que el fanático tiene certezas muy fuertes, pierde capacidad crítica y está movido por verdades inamovibles. En crisis la gente se refugia en la religión y en otras creencias, acotó, y tiende a desarrollar un pensamiento sectario.
Ambos participaron en un foro en Unión Radio
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