La agencia del clima de EE.UU. anunció que El Niño, el fenómeno climático que altera las temperaturas y las precipitaciones en el mundo, se mantendrá hasta los meses de invierno en el hemisferio norte, con posibles consecuencias negativas para la seguridad alimentaria.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), hay un 90% de probabilidad de que El Niño persista durante el invierno, debido al aumento récord de las temperaturas oceánicas en el Pacífico tropical.
El Niño, que se produce cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses, se caracteriza por un calentamiento del océano Pacífico que provoca intensas lluvias en algunas regiones del mundo y sequías en otras.
Los efectos de El Niño se sentirán con más fuerza hacia el final del año en el norte del continente, donde se esperan mayores precipitaciones en la costa golfo de EE.UU. y menos lluvia hacia el norte, según explicó Sarah Kapnic, directora científica de NOAA, en una rueda de prensa.
En otras partes del mundo, El Niño traerá más lluvia en el Pacífico central y este, el cuerno de África, las costas al oeste de Suramérica y Asía Central, mientras que reducirá las precipitaciones en el oeste del Pacífico, Australia, zonas de India, el norte de Suramérica, el Caribe y el sur de Centroamérica.
Los expertos advirtieron sobre las repercusiones que este podrá tener en la producción global de diferentes cultivos, especialmente el trigo, el arroz y el maíz, que son esenciales para la seguridad alimentaria y la economía de muchos países.
«Usualmente, con El Niño, se ven reducciones en el crecimiento económico e impactos a nivel de cada país que pueden prolongarse durante años», alertó Cary Fowle, encargado del Departamento de Estado para la seguridad alimenticia y señaló que Centroamérica será una de las regiones más afectadas en el continente.
Con información de El Impulso