El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, declaró este miércoles un duelo nacional de tres días por las víctimas de la colisión de trenes que se produjo anoche al norte de Larissa, en Grecia central, que hasta el momento ha dejado 36 muertos y 130 personas heridas.

A partir de hoy y hasta el próximo viernes se suspenden todas las celebraciones públicas y las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos.

El primer ministro griego viaja hacia el lugar del siniestro, mientras que también la presidenta del país, Katerina Sakelaropulu, visitara en breve la zona, informan medios locales.

Los trenes chocaron poco antes de la medianoche local (22.00 GMT) cerca de Tempe, una pequeña localidad situada en un valle donde se encuentra un túnel ferroviario, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas.

Unos 150 bomberos, con 17 vehículos y 4 grúas trabajan en la búsqueda de supervivientes.

Las sesiones en el Parlamento heleno de este miércoles han sido pospuestas debido a la tragedia.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo que «toda Europa está de luto» por el accidente, mientras que la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, expresó su «profunda tristeza» por lo ocurrido.

Todo indica que los trenes uno de pasajeros y otro comercial, ambos operados por la empresa Hellenic Train, circulaban en la misma vía a gran velocidad en el momento del choque, lo que apunta en un principio a un error humano.

La Fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer las exactas causas que condujeron a la tragedia.

EFE