El Pentágono de Estados Unidos ha presentado su primer avión bombardero en más de 30 años, el B-21 Raider, que está diseñado para lanzar municiones convencionales y nucleares con una precisión «formidable».

Según ha detallado el Departamento de Defensa estadounidense, este nuevo B-21 formará «la columna vertebral» de la futura fuerza de bombarderos del Ejército del país, todo ello en el marco del compromiso del Gobierno por desarrollar capacidades que fortalecerán la capacidad de Estados Unidos para disuadir una agresión.

«(El B-21) es un testimonio de las ventajas perdurables de Estados Unidos en ingenio e innovación. (…) Ahora, fortalecer y mantener la disuasión de Estados Unidos está en el centro de nuestra Estrategia de Defensa Nacional. Y también lo es nuestro espíritu estadounidense único de innovación e invención», ha aseverado el secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante la presentación oficial de este nuevo bombardero.

Según Austin, «ningún otro bombardero de largo alcance puede igualar su eficiencia» del B-21, ya que este «no necesita apoyo logístico». En este sentido, ha resaltado que «incluso los sistemas de defensa aérea más sofisticados tendrán dificultades para detectar un B-21 en el cielo».

«El B-21 es multifuncional. Puede hacer cualquier cosa, desde la recopilación de información hasta la gestión de batallas y la integración con nuestros aliados y socios. Y funcionará a la perfección en todos los dominios y teatros, y en toda la fuerza conjunta. Su ventaja durará por décadas», ha remachado el secretario de Defensa.

«Damas y caballeros, esto es disuasión al estilo estadounidense (…) Este no es un avión más. No es una adquisición más. Es un símbolo y una fuente del espíritu de lucha del que habló el presidente Reagan. Es la encarnación de la determinación de Estados Unidos de defender la república que todos amamos», ha agregado.