funcionarios ucranianos y occidentales sospechan que el aparente gesto de buena voluntad del mandatario ruso tendría un motivo oculto.
El impacto de la orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para que sus fuerzas en Ucrania cumplan una tregua unilateral de 36 horas fue puesta en cuestión el viernes luego de que las autoridades de Kiev calificaron el anuncio de estratagema y no aclararon si sus tropas harán lo mismo.
Moscú tampoco aclaró su responderá en el caso de que los ucranianos sigan combatiendo.
La tregua declarada por Rusia en la guerra que dura casi 11 meses debería comenzar a mediodía del viernes hasta la medianoche del sábado, hora de Moscú (entre las 0900 GMT del viernes y las 2100 GMT del sábado).
El anuncio realizado por Putin en la víspera de que sus tropas dejarán de combatir a lo largo de los 1.100 kilómetros (684 millas) de la línea del frente y en otras partes fue inesperado. Se produjo después de que el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo I, propusiese un alto el fuego para este fin de semana con motivo de la Navidad ortodoxa.
La Iglesia ortodoxa, que emplea el calendario juliano, celebra la Navidad el 7 de enero.
Pero funcionarios ucranianos y occidentales sospechan que el aparente gesto de buena voluntad del mandatario ruso tendría un motivo oculto.
Su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, puso en cuestión la intención del Kremlin y lo acusó de planear la pausa de los combates “para continuar la guerra con un vigor renovado”.
“Ahora quieren utilizar la Navidad como una tapadera para frenar el avance de nuestros hombres en (la región oriental de) Donbás por un tiempo y llevar equipos, munición y gente movilizada a cerca de nuestras posiciones”, afirmó Zelenskyy el jueves en la noche.
Pero no aclaró si Kiev ignorará el pedido de Putin.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mostró también la cautela de Zelenskyy al señalar que era “interesante” que Putin estuviese dispuesto a bombardear hospitales, guarderías e Iglesias en Navidad y en Año Nuevo.
“Creo que (Putin) está tratando de encontrar algo de oxígeno”, dijo Biden sin ofrecer más detalles.
El vocero del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, afirmó que Washington tenía “poca fe en las intenciones que hay detrás de este anuncio”, y añadió que los funcionarios del Kremlin ”no nos han dado motivos para tomar al pie de la letra nada de lo que ofrecen”.
La orden de la tregua parece ser una estratagema “para descansar, recuperarse, reagruparse y, en última instancia, volver a atacar”, añadió.
El Instituto para el Estudio de la Guerra coincidió con que la tregua podría ser una treta que permitiría la reagrupación de las fuerzas rusas.
“Una pausa así beneficiaría de forma desproporcionada a las tropas rusas y empezaría a despojar a Ucrania de la iniciativa”, indicó el centro de estudios el jueves en la noche. “Putin no puede esperar de forma razonable que Ucrania cumpla los términos de esta repentina declaración de alto el fuego y puede haber pedido la tregua para presentar a Ucrania como poco complaciente y poco dispuesta a dar los pasos necesarios para negociar”.
Por su parte, Washington mostró su disposición a seguir respaldando el esfuerzo bélico de Kiev. Está previsto que Estados Unidos anuncie el viernes un nuevo paquete de ayuda militar al país, de cerca de 3.000 millones de dólares, que podría incluir por primera vez varias docenas de vehículos de combate Bradley.