Como cada Día de Corpus Christi, los Diablos Danzantes de Naiguatá salieron a las calles para rendir homenaje al Santísimo Sacramento y así pagar sus promesas a través de esta manifestación que fue reconocida por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Niños y adultos recorrieron las calles de Naiguatá para darle continuidad a esta tradición ancestral que hoy la Revolución Bolivariana impulsa a través del séptimo vértice de la Gran Misión de nueva generación Viva Venezuela, mi Patria querida que establece la preservación, difusión y fortalecimiento de toda la tradición venezolana.

Henry González, Diablo Mayor manifestó su alegría de honrar su promesa en compañía de toda la diablada.
«Lo mejor es que esta es una tradición que nos convoca a todos sin distinción, todos nos reunimos en un mismo objetivo. En esta oportunidad hicimos una parada en la casa del señor Robin que por años lideró la Cofradía como una forma de rendir honor a este líder que por mucho tiempo llevó la batuta», añadió.

Alexis Salomón, quien tiene 43 años danzando a los Diablos Danzantes de Naiguatá, indicó que al principio lo hacía por tradición, sin embargo al nacer su hija mayor, que actualmente tiene 33 años, prometió seguir cumpliendo la tradición por la salud de su familia. «Hasta que yo pueda cumpliré mi promesa».

Por su parte, Alejandro Bello señaló que participa en la manifestación cultural desde hace 27 años. «Lo hago por devoción al Santísimo porque le tengo mucha fe y esto es una tradición familiar que ha pasado de generación en generación».

Prensa Gobernación de La Guaira