El papa Francisco dará el último adiós al cardenal George Pell durante su funeral el sábado,mientras surgen revelaciones de la creciente preocupación del prelado australiano sobre lo que consideraba el “desastre” y la “catástrofe” de papado del argentino.
Según el Vaticano, el decano del colegio cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, oficiará el funeral de Pell en la basílica de San Pedro. Como es costumbre cuando fallece un cardenal, Francisco pronunciará un responso y un saludo final.
Pell, que fungió como el primer ministro de Finanzas del pontífice durante tres años antes de regresar a Australia para enfrentar acusaciones de abusos sexuales a menores, murió el martes en un hospital de Roma por problemas cardíacos tras una operación de cadera. Tenía 81 años.
Desde que en 2020 fue exculpado de las acusaciones de abusar de dos niños que formaban parte del coro cuando era arzobispo de Melbourne, Pell dividía su tiempo entre Roma y Sydney. La Corte Suprema australiana revocó la condena de un tribunal menor y el cardenal quedó libre tras pasar 404 días en aislamiento.
Pell habría tenido problemas con la burocracia italiana del Vaticano durante su etapa como prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, cargo que ocupó entre 2014 y 2017 y que Francisco creó para tratar de controlar las opacas finanzas del Vaticano. En su telegrama de pésame, Francisco le atribuyó el mérito de haber sentado las bases para las reformas en marcha, que han incluido la imposición de estándares internacionales para presupuestos y contabilidad.
Pero Pell, un conservador acérrimo, estaba cada vez más desilusionado con la dirección que tomó el papado del argentino, incluyendo su énfasis en la inclusión y en preguntar a los laicos sobre el futuro de la Iglesia.
Escribió un conocido memorando en el que esbozó sus preocupaciones y recomendaciones para el próximo papa en un futuro cónclave, que empezó a circular la pasada primavera y fue publicado bajo el pseudónimo “Demos” en el blog vaticano Settimo Cielo (séptimo cielo).
El bloguero Sandro Magister reveló el miércoles que Pell era el autor del reporte, que es una acusación extraordinaria contra el pontificado de Francisco por parte de quien en su día fue un estrecho colaborador. Pell siguió siendo una figura clave para los conservadores tanto durante su encarcelación como tras su exoneración.
Pell habría tenido problemas con la burocracia italiana del Vaticano durante su etapa como prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, cargo que ocupó entre 2014 y 2017 y que Francisco creó para tratar de controlar las opacas finanzas del Vaticano. En su telegrama de pésame, Francisco le atribuyó el mérito de haber sentado las bases para las reformas en marcha, que han incluido la imposición de estándares internacionales para presupuestos y contabilidad.
Pero Pell, un conservador acérrimo, estaba cada vez más desilusionado con la dirección que tomó el papado del argentino, incluyendo su énfasis en la inclusión y en preguntar a los laicos sobre el futuro de la Iglesia.
Escribió un conocido memorando en el que esbozó sus preocupaciones y recomendaciones para el próximo papa en un futuro cónclave, que empezó a circular la pasada primavera y fue publicado bajo el pseudónimo “Demos” en el blog vaticano Settimo Cielo (séptimo cielo).
AP