Se le ha informado a la empresa Heinz que tiene que modificar el diseño de su famosa botella de ketchup tras la muerte de la reina Isabel II.

La compañía es una de las cientos que ahora tienen que considerar la emisión de ciertos elementos de sus productos después del fallecimiento de la reina.

El té Twinings y el champán Bollinger se encuentran entre las marcas que ahora tienen que deshacerse del codiciado escudo de armas de la difunta monarca, que ha aparecido en sus etiquetas durante años.

Según el Mirror, un Royal Warrant es un documento que permite a una empresa incluir el escudo de armas real en los productos y como parte de su comercialización: funciona a cambio de suministrar bienes y servicios a la realeza, dice Daily Star.