LA PAZ, Bolivia (AP) — El presidente de Bolivia, Luis Arce, informó en la madrugada del sábado que el 23 de marzo de 2024 se realizará el censo de población y vivienda después de una jornada de choques callejeros en la región de Santa Cruz, que lleva tres semanas en huelga general para reclamar que el gobierno realice un censo que le daría más presupuesto y escaños en la Asamblea Legislativa.
En su mensaje, Arce llamó a paz, condenó la violencia en Santa Cruz y pidió deponer las posturas violentas. El mandatario explicó que, después de escuchar a los técnicos, la distribución de recursos se realizará en septiembre de 2024, “un mes antes de lo que habíamos inicialmente propuesto”.
Poco antes, vendedores callejeros intentaron desbloquear las avenidas céntricas de la ciudad para restablecer el tráfico y se enfrentaron con manifestantes a favor del paro. La policía intervino con gases lacrimógenos para dispersar a los grupos rivales.
Manifestantes partidarios de la huelga reaccionaron atacando y quemando la sede de la federación de campesinos y saquearon la del sindicato de trabajadores, a cuyos dirigentes acusaron de atacar a los grupos movilizados a favor del paro.
El gobernador de la región, Luis Fernando Camacho, se reunió con el jefe de la policía para pedirle que no arremeta contra los manifestantes que exigen que el censo de población se realice en 2023. No se reportaron detenidos ni heridos en los enfrentamientos de la jornada.
El Comité Cívico de Santa Cruz, que convocó la protesta, no se pronunció tras el anuncio del presidente, pero tenía previsto celebrar un cabildo el próximo domingo para definir si mantiene o endurece sus medidas de fuerza tras el fracaso de una mesa de negociación con el gobierno.
Santa Cruz es el motor económico de Bolivia y un reducto de la oposición liderada por Camacho, quien encabeza la protesta. La región reclama el censo para redefinir la distribución de escaños en la Asamblea, lo que le daría más fuerza política y más fondos al contar con la mayor población del país.
Este es el conflicto más duro que enfrenta Arce, que acaba de cumplir dos años el el poder. El gobernante afronta un creciente clima tensión debido a conflictos sociales motivados por la escasez de productos esenciales y fuertes disputas internas en su partido.
Arce reiteró que “algunos grupos” quieren “volver a desestabilizarnos”, en referencia a la crisis política de 2019 tras unas fallidas elecciones que la Organización de los Estados Americanos calificó de fraudulentas en las que el entonces presidente, Evo Morales, buscaba su reelección para un cuarto mandato consecutivo. Ante el estallido social que dejó 37 muertos, Morales renunció y se asiló primero en México y luego en Argentina.
En los comicios de 2020 se impuso Arce, heredero político de Morales y quien ahora aparece enfrentado con su mentor por las disputas internas en el gobernante Movimiento al Socialismo.