La capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, que falleció el 31 de diciembre a los 95 años, abrió hoy a las 9.00 horas (8.00 GMT) para el último adiós de los fieles, cientos de los cuales esperan en fila ya desde primeras horas de la madrugada para entrar en la basílica de San Pedro y despedir al pontífice.
Sus restos mortales permanecerán en la Basílica de San Pedro hasta el 5 de enero, cuando será el funeral por su eterno descanso.
Con las primeras luces del alba del 2 de enero el Vaticano ya estaba empezando a llenarse. Cientos de fieles han madrugado para llegar los primeros a la capilla ardiente de Benedicto XVI, el papa emérito. Sus restos mortales se han instalado en la sala Clementila de la Basílica de San Pedro.
Se espera que alrededor de 35.000 personas al día acudan a dar su último adiós a Benedicto XVI durante los tres días que permanecerá abierta la capilla ardiente, mientras que hasta unos 60.000 estarán presentes en su funeral.
Antes del funeral, los restos mortales del Papa se han colocado en un catafalco, un féretro elevado, para ser situado en la basílica y recibir así el homenaje de todos los fieles que se encuentran en Roma y el Vaticano en estos días, o que se han desplazado hasta allí para la despedida.
La basílica estará abierta hoy de 9.00 a 19.00 horas y en los dos días siguientes, el martes y miércoles antes del funeral, extienda su horario de 7.00 a 19.00, para permitir que unas 35.000 personas al día presenten sus respetos al papa emérito.