Al caer la noche caraqueña, una ruleta llena de fichas de cientos de dólares en un lujoso hotel en el este de la capital de Venezuela no para de girar.
Las caras llenas de ansiedad que la rodean permanecen inmóviles por unos segundos hasta que la ruleta se detiene y un joven suelta un grito de júbilo: acaba de ganar 500 dólares.
Al otro lado de la mesa, una elegante mujer de unos 50 años frunce el ceño brevemente y, tras dudar un par de segundos, apuesta otros 200 dólares.
Mientras buena parte de Caracas descansa y se resguarda de la inseguridad, la noche en Las Mercedes apenas comienza.
Tras muchos años de decadencia por la larga crisis económica del país, la agitada vida nocturna de esta zona acomodada ha vuelto a nacer gracias, en parte, a la liberalización y a una economía dolarizada de facto que permite de nuevo las inversiones privadas y que fomenta las desigualdades en el país.
“Las Mercedes es una burbuja dentro de una burbuja”, le dice a BBC Mundo Darwin González, político opositor al régimen de Nicolás Maduro y alcalde de Baruta, el municipio de Caracas donde se encuentra Las Mercedes.
“Se ha convertido en una zona privilegiada que no se parece en nada al resto de Venezuela. Alguna gente va a Las Mercedes y siente una distorsión de la realidad venezolana”, admite.
El alcalde incluso asegura que ya van “varios años” que no recibe reportes de delincuencia en esta zona de Caracas, una ciudad conocida por ser una de las más violentas del mundo.
Contraste y desigualdad
Las torres no paran de brotar por toda la zona y son muchas las que abrirán en los próximos años.
Hay edificios en construcción de más de 20 pisos, como las torres Nest, Haya y Victoria, pero quizá el proyecto más ambicioso es Skypark, un innovador rascacielos de 38 pisos que albergará un hotel, locales comerciales, apartamentos de lujo y una pantalla exterior para publicidad similar a la de Times Square de Nueva York.
Es un reflejo de una recuperación que contrasta con la situación económica de gran parte del país.
La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI), publicada en noviembre de 2022 por la Universidad Católica Andrés Bello, reveló que, aunque por primera vez en siete años la pobreza multidimensional se había reducido en Venezuela, todavía el 58% de la población vivía en la precariedad en 2022.
Al mismo tiempo, la desigualdad había aumentado, convirtiendo a Venezuela en la nación “más desigual” de la región.
Según la encuesta, la diferencia de ingresos entre el segmento de población más pobre y el más rico ahora es de 70 veces, y el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas, que sólo concentra el 16% de los hogares.
Adrián Pérez Craig, director de la inmobiliaria Peraig, que trabaja con algunos de los proyectos en Las Mercedes, afirma que muchas de las torres recién estrenadas están “casi 100% vendidas y tienen una ocupación de casi el 80%”, pero otras personas que trabajan en las edificaciones o sus cercanías aseguran que muchas oficinas permanecen desocupadas.
El experto inmobiliario explica que muchos empresarios compran oficinas como una inversión para resguardar su dinero de la galopante inflación y a la espera de que los precios inmobiliarios aumenten, tras haber tocado fondo durante la pandemia de covid.
De acuerdo a cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) de noviembre de 2022, la inflación interanual en Venezuela fue de más de 200%, lo que la convierte en una de las más altas del mundo.
Pérez Craig asegura que en 2022 los precios dejaron de caer de manera estrepitosa como lo hicieron durante muchos años. El derrumbe del sector fue tal que un apartamento que hace 10 años se vendía por más de 1 millón de dólares, ahora se oferta a mitad de precio.
BBC de Londres