Ucrania vive una nueva oleada de ataques en el que puede ser uno de los mayores bombardeos desde el inicio de la guerra hace 10 meses. Según el ejército ucraniano, se lanzaron 69 misiles, de los cuales 54 fueron interceptados por las defensas aéreas.

Casi la mitad de la población de Kiev está sin electricidad, según declaró el jueves el alcalde de la ciudad. Los tranvías permanecían parados.

Barbarie sin sentido. Estas son las únicas palabras que me vienen a la mente al ver que Rusia lanza otra andanada de misiles contra pacíficas ciudades ucranianas antes de Año Nuevo, aseguraba el ministro de Exteriores del país Dmitro Kulkeba en la red social Twitter.

«Mi nieta me llamó y me dijo: «Abuela, nuestra casa está ardiendo, nos han alcanzado. Han tirado a mi y yace inconsciente», es todo lo que pude oír» lamenta Tetiana Denysenko, una residente de Kiev.

«De momento cubriré las ventanas con plástico y luego buscaré cristales. ¿Qué hay que hacer? ¿Quién te ayudará? Esto es la guerra, hay que sobrevivir como sea», Georgiy Yatsenko.

Vecinos bomberos y equipos de limpieza quitaban los escombros en la ciudad de Bortnychi, al sureste de la capital tras los bombardeos rusos.

En otras ciudades, como en Leópolis, cerca del 90% de los ciudadanos no tienen electricidad. Los autobuses y tranvías no funcionan, y hay cortes constantes de agua. según explicaba el alcalde.