La estrella del baloncesto estadounidense fue detenida en Rusia en febrero y condenada a nueve años de prisión por llevar en su equipaje frascos para vapear que contenían aceite de cannabis
Fin a uno de los casos más impactantes relacionados con el deporte. La estrella estadounidense del baloncesto femenino Brittney Griner ha sido liberada de la cárcel rusa en la que se encontraba. Según han confirmado desde las fuerzas de seguridad del país de las barras y estrellas, Estados Unidos aceptó un intercambio de prisioneros por el cual el sospechoso traficante de armas ruso, Viktor Bout, saldría de la cárcel a cambio de la deportista.
Griner llevaba retenida en Rusia desde el mes de febrero, cuando fue acusada de contrabando tras llevar en su equipaje un gramo de aceite de cannabis junto a frascos para vapear. «Cometí un error sin mala intención y espero que no acabe con mi vida», dijo en aquella ocasión. Fue sentenciada a nueve años de prisión por contrabando, rozando el máximo de la pena que pedía el fiscal ruso. Griner jugaba en Rusia y es una estrella de la WNBA, además de tener doble oro en Mundiales y Juegos Olímpicos.
Desde antes incluso de que se conociese la condena, Estados Unidos se movió para devolver a Griner a casa. Joe Biden, presidente del país, recibió presiones desde muchos grupos de poder e incluso comenzó a rumorearse con frecuencia que iba a protagonizar un intercambio junto a un marine acusado de espionaje a cambio de Viktor Bout. Es con el supuesto traficante de armas con el que se dará.
Bout es una figura oscura. Por no saber, ni se sabe en qué día nació y su nombre es otra incógnita por las múltiples identidades que recibió. Eso sí, sí que fue considerado el mayor traficante de armas del mundo y cumplía una condena de 25 años de prisión en los Estados Unidos de América. Fue arrestado en 2008 en una operación dirigida por agentes antidrogas y en su ‘mochila’ carga con contactos con Al-Qaeda, Hezbolá o Gaddafi. Desde Rusia, siempre se consideró que fue detenido por motivos políticos.
De esa forma, Griner saldrá del lugar en el que teóricamente estaba recluida, una colonia penal en Mordovia. Sus abogados y agentes señalaron que se estaba «manteniendo fuerte mientras se adaptaba a su nuevo entorno». A ciencia cierta, se desconoce en qué condiciones era su vida allí, aunque la mala fama persigue a ese tipo de cárceles comparados con los gulags.