Benjamin Rausseo, mejor conocido como “Er Conde del Guácharo”, vuelve a posicionarse en el top of mind de los venezolanos como uno de los posibles outsiders en la oposición para la elección presidencial del 2024. Aclamado por el público, este reconocido venezolano incluso a nivel internacional, ha sacado un 36,8% de aprobación en el último estudio de Datanalisis, muy por encima de Nicolás Maduro, Manuel Rosales y Juan Guaidó.
Diversos sectores de la sociedad civil, estudiantes, empresarios, trabajadores, académicos, artistas, intelectuales, deportistas, entre otros, ven en la figura de él, una persona ejemplar, conocedor de la situación venezolana y quien desde el sector más humilde, ha logrado incluso hasta dos doctorados por lo que es considerado una alternativa totalmente válida para llevar las riendas del país. ¿Estará dentro de sus objetivos aprovechar la fortuna política que ahora le sonríe?
“Con Rausseo me resteo es el eslogan que sutilmente ha integrado a su discurso en redes sociales desde hace más de tres meses. El conde ha hecho sonar el río con esta frase, y al meterle lupa a su narrativa vemos que ya no se la dirige a su público tradicional, jodedores, sino a Venezuela”.
Es bien sabido que el humor es solo una parte de su ejercicio profesional, pues su trayectoria empresarial y de labor social es bastante larga. Desde sus empresas promueve una red de atención medica, “Conde Salud”, una acción que entra perfectamente en sintonía con cualquier aspiración política.
Rausseo, sin embargo, ha dicho públicamente que el personaje del Conde Del Guácharo “es su mejor negocio” y que no tiene intenciones politicas. Bien podemos recordar como su aspiración presidencial en 2006 le sirvió de materia prima para muchos de sus posteriores stands up comedy. ¿Se repetirá la estrategia de marketing, o esta vez sí va a “restearse” con Venezuela? reportó Polianalítica.
A diferencia del 2006, hoy urge un liderazgo fresco y separado de las tradiciones. El gran dilema aquí es si El Conde estaría dispuesto a asumir lo que implica: medirse en primarias y construir alianzas para impulsar una maquinaria de alcance nivel nacional, tarea que no le resultaría tan difícil, ya que cuenta con la gran ventaja de estar posicionado en el imaginario del venezolano.
Siendo humorista, abogado, empresario, director de cine, y doctor en educación, El Conde está más que preparado para asumir un rol político en este escenario electoral. No sería el primer comediante que llega al poder, como Volodimir Zelenski que ya es un antecedente remarcable.