La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles con una contundente mayoría una resolución para condenar los «referendos ilegales» llevados a cabo en cuatro regiones ucranianas y los intentos de Rusia de anexionarse esos territorios.
El texto recibió 143 votos a favor, 35 abstenciones (entre otros de China, Sudáfrica, India y Cuba) y únicamente 5 votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria) e ilustró el contundente rechazo internacional a las acciones del Kremlin.
La resolución, que se presentó después de que Rusia vetó una similar en el Consejo de Seguridad de la ONU, demanda a Moscú dar marcha atrás a sus acciones sobre el estatus de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón y le exige que retire sus tropas inmediatamente y sin condiciones de Ucrania.
Según la decisión de la Asamblea General, los referendos y las posteriores declaraciones de anexión «no tienen validez alguna según el derecho internacional ni sirven de base para modificar de ninguna manera el estatus de esas regiones de Ucrania».
Rusia calificó la resolución como un instrumento «politizado y abiertamente provocador» y aseguró que supone un mensaje de confrontación que «podría destruir todos los esfuerzos en favor de una solución diplomática a la crisis».
«No tiene nada que ver con la protección de la ley internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas. Presentando este borrador, los países occidentales están persiguiendo sus propios objetivos geopolíticos y una vez más tratan de usar a los miembros de la Asamblea General como figurantes».
Vasili Nebenzia, embajador ruso en la ONU.
EFE