Mientras sigue la inspección de daños y el seguimiento sobre la cantidad de víctimas que dejaron estas semanas de temporal, el panorama no es bueno.
El fenómeno ya dejó al menos 143 muertos y aproximadamente 125 desaparecidos. El temporal y las inundaciones generaron una crisis que obligó al desplazamiento de 620.000 personas y puso a 2,1 millones de habitantes en jaque por carencias de agua, alimento, energía y servicios básicos.
Con la continuidad de la lluvia, se presume que en las próximas horas el panorama puede oscurecerse aún más por el posible crecimiento de los ríos aledaños.
El punto más afectado es el estado de Río Grande do Sul. Solamente allí hay casi 140 muertos y 806 heridos; en la región vecina de Santa Catarina aun la catástrofe no provocó daños de la misma magnitud, aunque se espera que las cifras se eleven considerablemente cuando a medida que pasen las horas.
Las alarmas dadas por el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta de Desastres (Cemaden) siguen encendidas. En Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul y principal sitio golpeado por las inundaciones, temen porque el río Guaíba vuelva a sobrepasar los cinco metros y perjudiquen a la ciudad, cuyo casco histórico permanece bajo el agua.
France 24