Tiburones de La Guaira le propinó una blanqueada 6-0 a Cardenales de Lara en el primer juego de la final que se disputó en el estadio Universitario de Caracas.
El abridor Ricardo Pinto tuvo una gran salida y transitó 7.0 entradas en blanco con siete ponches propinados, apenas dos hits permitidos y un trío de boletos otorgados, para encaminar el triunfo de los escualos.
El carabobeño nunca antes había abanicado más de seis rivales (marca fijada en su salida anterior, el 17 de enero, también contra Cardenales) ni actuado más de 6.0 episodios (el 12 de diciembre frente a Leones), tras cuatro temporadas de experiencia en el circuito.
No pudo haber escogido un momento más oportuno para superarse, adjudicándose una victoria sin atenuantes.
El tirador, de 30 años de edad, tuvo como principal aliado a Luis Torrens, tanto detrás del plato, llevando con precisión quirúrgica el juego, como con el madero, al impulsar tres carreras en el encuentro.
Lo curioso fue, que cada uno de esos remolques llegaron con un elevado de sacrificio.
Precisamente, el primero de ellos fue para bautizar la pizarra en la segunda entrada con un out y Jhoulys Chacín sobre el montículo, siendo Wilson García el encargado de pasar por la goma.
En el tercer capítulo, el home club capitalizó un error de Chacín ante un roletazo de Brayan Rocchio para sumar la segunda rayita. Rocchio sería impulsado desde segunda con un sencillo del colombiano Harold Ramírez.
Leonardo Reginatto escribió la nota de poder en el cuarto episodio con un jonrón de dos carreras entre los jardines izquierdo y central, tras empalmar un slider de Chacín, el primer envío que observó en el turno, inmediatamente después de que Danry Vásquez negociara boleto, para aumentar la ventaja a cuatro.
Torrens regresaría al cajón de bateo en el sexto acto con Yasiel Puig en la antesala para despedir al perdedor Chacín, con su segundo globo de sacrificio; y ya en el octavo, con Michele Vassalotti sobre la loma, dejaría cifras definitivas al compromiso con otro fly que engomó a Wilson García en una cerrada jugada en home que, fue ratificado como quieto tras la revisión de los umpires.
La brillante faena de Pinto fue completada por Jesús Pirela, quien retiró a los tres bateadores que enfrentó en el octavo, con un guillotinado incluido. Además de Arnaldo Hernández, que pese a tolerar un doble de Hernán Pérez, abanicó a tres para bajar el telón.
El segundo de la final es esta noche en el Universitario.