A partir del lunes, el Gobierno de Panamá reducirá para ciertas personas el tiempo máximo permitido de estadía de los turistas en el país, de 90 días a 15 días, y aumentará de US$ 500 a US$ 1.000 la cantidad de dinero que se deberá presentar como solvencia económica en los puestos de entrada formales, informó la directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine.
La funcionaria aclaró que el tiempo de permanencia no aplicará para todos los turistas y dependerá del perfil de la persona en la entrevista con agentes migratorios.
La medida es parte de un primer paquete de acciones inmigratorias anunciadas por el Gobierno de Panamá. Y según el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, busca contrarrestar el ingreso de migrantes que transitan por el país centroamericano para ir hacia Estados Unidos.
De enero a la fecha, más de 352.000 migrantes entraron a Panamá de forma irregular en su camino hacia el norte, lo cual le ha costado al país este año US$ 70 millones, aseguró la directora de Migración.
Gozaine explicó que han detectado que hay personas que usan los puestos formales para entrar a Panamá, entre ellos migrantes extracontinentales movilizados por el crimen organizado, y que en los últimos días han detectado mayor uso de documentación falsa. Algunos, por ejemplo, dicen que van a congresos y actividades ejecutivas y profesionales.
De manera adicional se reforzarán las deportaciones a migrantes con antecedentes penales, de los cuales más de 450 fueron devueltos a sus países. También se construirán estructuras contiguas a comunidades golpeadas por la migración irregular, algunas conformadas por unos 200 habitantes y que han sido rebasadas por los 3.000 o 4.000 migrantes que han llegado por día.
El ministro Pino dijo que esta inmigración “ya no es humana”, sino un problema de seguridad nacional para Panamá.