Por Juan Carlos Guerrero
Por segundo año consecutivo el Miami Heat pudiera estar volviendo a las finales de la Conferencia Este de la NBA. Derrotaron como locales en el ´Kaseya Center´ por 109-101 a los New York Knicks y pusieron en jaque una serie en la que se han visto bastante superiores a unos Knicks que por momentos parecen no conseguir las herramientas para salir de la asfixiante defensa de Miami. Jimmy Butler anotó 27 puntos en otra gran noche en el tablero de estadísticas.
Un comienzo bastante parejo entre Heat y Knicks
Un claro y nivelado 31-30 favorable al Miami Heat era la orden del día en el primer periodo, donde destacó Bam Adebayo al dominar la pintura y ser el protagonista de un inicio de partido bastante prometedor para un Miami que veía como su mejor defensor y dueño de la pintura arrancaba con agresividad y seguridad de cara al aro rival, yéndose en estos primeros 12 minutos con un perfecto 4/4 en lanzamientos de campo, siendo 3 de ellos adentro de la bombilla interna de la pintura, donde Bam ha fallado durante los playoffs y, en el partido de hoy, ante un también muy buen defensor como lo es Mitchell Robinson. El hombre grande de Nueva York es una de las razones por las que el equipo de Tom Thibodeau ha llegado hasta estas instancias: una buena defensa.
La defensa hacía soñar a Miami
Apenas 6 aciertos en 21 lanzamientos para los Knicks en este segundo cuarto producto de la buena defensa del Miami Heat, quienes obligaron a los visitantes a lanzar 28.6% de campo en este segundo periodo para así limitarlos a 18 puntos y construir la victoria que dejaría la serie bastante comprometida para los Knicks. Bam Adebayo continuaba liderando a Miami tras anotar 3 de 7 lanzamientos y sumar 6 puntos más a su cuenta para llegar a 6 en este cuarto y 14 al medio tiempo del partido. Este es el Bam Adebayo que toda la afición de Miami desea y anhela ver cada noche
Y si a esto se le suma la larga distancia, donde Miami también superó con creces en este segundo cuarto a los Knicks. Los de Nueva York apenas fueron 6 veces a la línea, encestando la mitad de ellas. La defensa de Miami, además de asfixiante, siempre fue bastante limpia a pesar de jugar casi siempre con los Knicks teniendo la necesidad de anotar puntos. Jalen Brunson, Julius Randle y RJ Barrett se combinaron para 2/8 en este segundo cuarto, siendo Obi Toppin, con 4 puntos, el máximo anotador de los neoyorquinos si solamente contamos los tiros de campo.
Los de Eric Spoelstra se crecieron y salieron a manejar el partido
Las asfixiante defensa del Miami Heat, lo cual es la principal cualidad tanto de los Knicks del buen Tom Thibodeau y del Heat del gran Spoelstra, se encargó de limitar a apenas 17 lanzamientos de campo a Nueva York. A pesar de haber anotado una alta cantidad de ellos con 13, elevando el promedio a 76.5%, el cual era alrededor de 50% más que en el cuarto anterior, terminaron igualando fuerzas con un Miami Heat que se llevaba nuevamente el parcial aunque esta vez por un apretado 34-33 pero nunca con la sensación de poder ser superados o alcanzados por los New York Knicks.
El Heat lanzó 21 veces y anotó 12, tan solo 1 menos que los Knicks pero apoyándose en 5 triples que contrastaron con los 2 triples anotados por Nueva York, que se sentía incómodo atacando desde el perímetro debido a la intensa y bastante fastidiosa defensa del Miami Heat. Los Knicks no robaron balones en este parcial y no tomaron rebotes ofensivos. Miami controlaba el partido e intercambiaba puntos con unos Knicks que no encontraban soluciones más allá de la solitaria gran noche que estaba teniendo Jalen Brunson. Más allá de la buena noche que estaba teniendo el ´Big three´ de Nueva York, el resto del equipo deslucía y la banca no resolvía los problemas que estaban a su alcance. Una banca neoyorquina que además no contaba con Immanuel Quickley, candidato a sexto hombre del año.
Miami cerró el trámite con mucha sobriedad
Superioridad fue la palabra del partido de hoy para describir al Miami Heat ya que mantuvo el partido en un trámite que se llevaron los Knicks en este último cuarto apenas por 20-19, metiendo el partido a la nevera y enfriándolo quizás con un poco más de preocupación para lo que ameritaba ser por el desarrollo del juego. Ambos equipos saltaron demasiado erráticos al último parcial, anotando menos del 30% en tiros de campo en ambos casos. Jimmy Butler redondeaba otra gran noche de playoffs para su brillante paso por el Miami Heat: anotó 27 puntos, repartió 10 asistencias, bajó 6 rebotes, robó 2 balones y regaló par de bloqueos, siendo uno de ellos el inicio de un grandioso contraataque que finalizó con un triple de Gabe Vincent. Bam Adebayo, Max Strus y Kyle Lowry anotaron 23, 16 y 15 puntos, números que apoyaron la nueva gran noche de su gran líder. Fueron 81 puntos entre los 4.
El Miami Heat fue un festival colectivo y puso la serie 3-1 a favor y con vuelo de regreso al ´Madison Square Garden´, de Nueva York. Se jugará el miércoles a las 7:30 PM y será un duelo de vida o muerte para los locales. Miami ya sabe lo que es cerrar la serie en la carretera pues vienen de hacerlo en Milwaukee ante los Bucks de Giannis Antetokounmpo.
Sería la tercera final de conferencia en 4 años para Miami y la segunda consecutiva, tras caer el año pasado en esas instancias en 7 juegos ante los Boston Celtics en una serie memorable y totalmente para el recuerdo. El Heat está a punto y esperaría por el ganador de una serie entre Sixers y Celtics que promete ir bastante lejos, hasta 7 juegos.