La alemana Steffi Lemke critica el apoyo a la energía nuclear de los otros países en la reunión de ministros de Medio Ambiente del G7 en Japón, en la que se acordó reducir las emisiones de CO₂ de los vehículos para 2035.

Los ministros de Energía y Medio Ambiente del G7, reunidos en la ciudad japonesa de Sapporo, se marcaron este domingo el objetivo de reducir las emisiones de CO₂ de todos sus vehículos al menos en un 50 % para 2035 (respecto a los niveles del año 2000). Los ministros del G7, en las reuniones preparatorias para la cumbre de los próximos 19 a 21 de mayo en Hiroshima, se comprometieron también a abandonar los combustibles fósiles más rápido e instaron a otros países a hacer lo mismo, pero no acordaron ningún nuevo plazo para poner fin a las fuentes de energía contaminantes como el carbón.

Aunque el lenguaje empleado en la declaración final refleja la profundidad de los desacuerdos en el grupo de las naciones más industrializadas, con el anfitrión, Japón, liderando un rechazo contra las propuestas más ambiciosas discutidas, la ministra francesa de Transición Energética, Agnes Pannier-Runacher, dijo que la redacción de «eliminación gradual» era, sin embargo, un «fuerte paso adelante» antes de las cumbres del G20 en septiembre en Nueva Delhi y la COP28 que tendrá lugar a finales de año en Dubái.