A su salida del hospital, el Papa afirmó entre risas: «Estoy todavía vivo». El pontífice argentino presidirá mañana la misa del Domingo de Ramos en el Vaticano, abriendo oficialmente los ritos de la Semana Santa.

El Papa Francisco abandonó este sábado el hospital Gemelli de Roma en el que permanecía ingresado desde el pasado miércoles a causa de una bronquitis que fue tratada con antibióticos en infusión, por vía intravenosa. A su salida, preguntado por su estado de salud, respondió entre risas: «Estoy todavía vivo».

Tras recibir el alta, el pontífice argentino abandonó el hospital a las 10:20 horas locales (08.20 GMT) a bordo de un utilitario y, a su salida, llegó a bajar al coche ayudado por un bastón, para saludar a los fieles y agradecer a los periodistas que han informado sobre su salud.

El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, ya anticipó el viernes que Francisco saldría el sábado del hospital con el beneplácito de los médicos que lo atendieron.Ya desde el primer día hospitalizado su salud constató una «mejoría», tal y como aclaró Bruni por entonces.

Un bautizo y una visita a los niños ingresados
En la tarde de ayer viernes visitó a los niños de la unidad de Oncología Pediátrica y Neurocirugía Infantil y bautizó a un bebé llamado Miguel Ángel. El momento fue grabado por las cámaras del Vaticano y sirvió para ver por primera vez al pontífice desde su ingreso, sonriente entre los pacientes e incluso de pie (en los últimos tiempos suele usar un bastón o hasta la silla de ruedas por sus problemas de rodilla).

El Vaticano ha confirmado que Francisco tiene previsto presidir mañana la misa del Domingo de Ramos, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa, la más importante del calendario litúrgico, aunque será oficiada por el cardenal argentino Leonardo Sandri.

DW