El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró este martes el estado de emergencia por un periodo de tres meses en diez provincias del sureste azotadas por un devastador sismo que dejó miles de muertos.
«Decidimos declarar el estado de emergencia para asegurar que nuestro trabajo [de rescate] se pueda llevar a cabo de manera rápida», dijo Erdogan en declaraciones difundidas por la televisión.
«Completaremos rápidamente los procesos presidenciales y parlamentarios relacionados con esta decisión, que cubrirá nuestras 10 provincias donde se produjo el terremoto y durará tres meses», añadió.
Dos sismos sacudieron Turquía y la vecina Siria el lunes. El primero, de magnitud 7,8 ocurrió a las 04H17 locales. El segundo, de magnitud 7,5, al mediodía.
Los terremotos dejaron más de 5.000 muertos en ambos países, según los últimos balances, que no dejan de aumentar.
La última cifra difundida por Turquía habla de 3.549 muertos. En Siria, al menos 1.602 personas fallecieron, según las autoridades de Damasco y los equipos de rescate de las zonas rebeldes.
Erdogan dijo que su gobierno enviaría más de 50.000 trabajadores humanitarios a la zona y destinaría 100.000 millones de liras (5.300 millones de dólares) en ayuda financiera. Su gestión de esta tragedia tendrá mucho peso en las elecciones del 14 de mayo.
Las labores de rescate en la aislada región cercana a Siria se han visto obstaculizadas por una feroz tormenta invernal que ha hecho intransitables algunas carreteras y ralentiza la entrega de alimentos y ayuda.
El gobierno enfrenta una oleada de críticas en redes sociales, donde se le acusa de responder con demasiada lentitud al mayor terremoto en el país en casi un siglo.